La característica más llamativa del coche es la última evolución del legendario motor V12 y un ángulo de 65° entre las bancadas de cilindros, que alcanza la mayor potencia de cualquier motor Ferrari de carretera —830 CV— y llega a las 9.500 rpm, que es la potencia más alta jamás alcanzada por cualquier motor de combustión interna de Ferrari. El uso de materiales de alta tecnología, el rediseño de muchos de los componentes clave del motor, un nuevo mecanismo de distribución de las válvulas y un nuevo sistema de escape son solo algunas de las soluciones técnicas que permiten al más noble de los motores Ferrari ofrecer niveles de rendimiento sin precedentes.
Una profunda investigación aerodinámica de vanguardia ha dado lugar a soluciones de forma extrema, con perfiles inéditos para un coche de carretera. Desde los nuevos conductos de aire hasta una configuración de la parte posterior y del escape poco convencional e incluso el diseño patentado de la luneta trasera y del parachoques delantero, cada modificación es una fiel expresión de la creencia fundamental de Ferrari de que la forma debe seguir siempre a la función.
La brutal potencia desatada por el grupo propulsor se combina con los nuevos controles de dinámica del vehículo para asegurar que las prestaciones puedan aprovecharse al máximo y garantizar la máxima diversión al volante. La más distintiva de estas soluciones es la adopción de una dirección independiente en las cuatro ruedas. Esto aumenta la sensación de agilidad y precisión en las curvas, además de proporcionar una capacidad de respuesta inigualable. Otro logro digno de mención es el trabajo de desarrollo realizado para reducir el peso total del coche, en particular el uso extensivo de fibra de carbono. Por último, el nuevo modelo estrena la versión 7.0 del conocido sistema de dinámica del vehículo Side Slip Control.
Esta nueva edición limitada del V12 tiene una fuerte personalidad propia: los temas de diseño elegidos realzan su diseño arquitectónico, su dinamismo y su vocación deportiva hasta nuevos extremos. La lámina de fibra de carbono que atraviesa el capó cambia la percepción global de los volúmenes del coche: el capó parece más corto, lo que acentúa la anchura del coche, haciéndolo parecer más compacto y como un coche de competición a pesar de compartir la silueta, las proporciones y el equilibrio formal del Ferrari 812 Superfast.
La luneta trasera es ahora una estructura de aluminio de una sola pieza. Los generadores de vórtices que luce mejoran la eficiencia aerodinámica del coche, pero esta solución de diseño crea al mismo tiempo un efecto de cresta continua que acentúa la forma escultural del coche. Incluso el alerón trasero adquiere un aspecto más imponente: aunque es más alto en comparación con el Ferrari 812 Superfast, la parte posterior parece muy ancha, lo que resalta el efecto fastback del coche.
La arquitectura interior refleja en gran medida la del Ferrari 812 Superfast, conservando las interfaces y los volúmenes del salpicadero y de los paneles de las puertas, incluido el característico motivo de diapasón. El nuevo panel de la puerta se ha rediseñado para reducir el peso del coche y, junto con la introducción del diseño en forma de H en el túnel, se confiere al habitáculo un toque más deportivo y moderno que refleja el espíritu propio de un coche de carreras.